PROYECTO 2025: ECO DE LA ESTRATEGIA DEL DESCENSO DE VENEZUELA AL AUTORITARISMO

Project 2025: A Strategy Echoing Venezuela's Descent into Authoritarianism
La toma de poder del Proyecto 2025 asemeja la de la caída de Venezuela, por medio de centralización, control de los medios y supresión de la sociedad civil.

El Proyecto 2025, encabezado por la Fundación Heritage, ha generado serias preocupaciones, al trazar paralelismos con las tácticas utilizadas por Hugo Chávez y Nicolás Maduro para erosionar la democracia de Venezuela. Esta no es una comparación teórica; se basa en ejemplos claros que resaltan cómo estrategias como centralizar el poder, controlar los medios, erosionar la independencia judicial, reprimir la sociedad civil y manipular los procesos electorales pueden desestabilizar las instituciones democráticas. Mandato De Liderazgo Del Proyecto 2025 expone inquietantes similitudes con las acciones de Chávez y Maduro en Venezuela, lo que plantea interrogantes sobre su posible impacto en la democracia estadounidense.

Centralización del Poder

El Proyecto 2025 enfatiza una drástica centralización del poder en el poder ejecutivo. Esto refleja el enfoque de Chávez, donde desmanteló sistemáticamente los controles y equilibrios para consolidar la autoridad. En Venezuela, Chávez abusó de su control para reescribir la Constitución, permitiendo la reelección indefinida y disminuyendo la independencia legislativa y judicial. Para 2007, había introducido una nueva constitución que extendió los mandatos presidenciales y permitió la reelección continua, consolidando efectivamente su control del poder.

Del mismo modo, el Proyecto 2025 describe medidas para “despedir a funcionarios federales supuestamente ‘imposibles de despedir'”, cerrar “oficinas ineficientes y corruptas” y frenar la influencia de funcionarios de carrera que podrían resistirse a la agenda del Presidente; este enfoque podría conducir a un cambio significativo de poder hacia el ejecutivo, reduciendo la eficacia de otros poderes del Estado a la hora de proporcionar los controles y equilibrios necesarios.

Control de los Medios de Comunicación

Chávez y su sucesor Nicolás Maduro han mantenido un control estricto de los medios de comunicación en Venezuela. Los medios de comunicación independientes fueron clausurados, acosados o absorbidos sistemáticamente por el gobierno; Chávez revocó las licencias de medios de comunicación fundamentales, como RCTV, en 2007 y los medios de comunicación estatales se convirtieron en la principal fuente de información, presentando una narrativa sumamente parcializada que apoyaba al gobierno.

El plan de la Fundación Heritage incluye ataques específicos a los medios de comunicación, sugiriendo que el próximo Presidente debería revocarle su estatus educativo no comercial a NPR y PBS, acusándolos de ser parciales y de no servir más al interés público. Esta táctica de desestabilizar y desacreditar a los medios independientes refleja la estrategia de Chávez en Venezuela, donde controlar la narrativa permitió al gobierno reprimir la disidencia y manipular la opinión pública.

Manipulación de Procesos Electorales

En Venezuela, Chávez manipuló los procesos electorales para asegurar su dominio continuo: esto incluyó el fraude electoral, el cambio de las leyes electorales en beneficio de su partido y el uso de recursos estatales para su campaña. Durante el referéndum revocatorio de 2004, hubo acusaciones extensas de fraude y se utilizaron recursos gubernamentales para influir en el resultado a favor de Chávez.

El enfoque del Proyecto 2025 en alterar la estructura y las operaciones del gobierno federal incluye propuestas que fácilmente podrían conducir a la manipulación electoral. El documento sugiere un uso agresivo del poder ejecutivo para hacer cumplir las políticas y alinear las operaciones federales con la agenda del presidente, lo que podría conducir a abusos similares. El énfasis en alinear los litigios y las acciones legales estrictamente con los objetivos políticos del presidente corre el riesgo de perjudicar la imparcialidad de la supervisión electoral, de manera similar a las manipulaciones electorales de Chávez.

Independencia Judicial

La erosión de la independencia judicial fue un pilar de la estrategia de Chávez para mantenerse en el poder. Al nombrar a personas leales a puestos judiciales clave, se aseguró de que el poder judicial apoyara su agenda; en 2004, Chávez amplió la Corte Suprema Venezolana de 20 a 32 jueces y llenó rápidamente estos nuevos puestos con sus aliados, asegurando así su influencia sobre el judicatura. Esta maniobra le permitió dejar de lado a la oposición e impulsar políticas controvertidas sin oposición. Su nuevo tribunal respaldó su decisión de cerrar la cadena de televisión independiente RCTV, que había criticado a su gobierno, en 2007. Al desestabilizar la independencia judicial, Chávez creó un poder judicial que actuaba más como un simple sello para sus políticas que como un control del poder ejecutivo. 

De manera similar, el Proyecto 2025 aboga por remodelar el poder judicial federal para alinearlo más estrechamente con los principios conservadores. Al influir en la selección y nombramiento de jueces que simpaticen con las políticas del presidente, existe el riesgo de perjudicar la independencia judicial. Este enfoque podría conducir a un poder judicial que sirva al ejecutivo en lugar de actuar como un control de su poder, asemejando la situación en Venezuela bajo los mandatos de Chávez y Maduro. El Proyecto 2025 también busca reafirmar la influencia ejecutiva sobre el Departamento de Justicia y reducir la autonomía de las agencias independientes. Esto podría poner en peligro la imparcialidad del poder judicial, dando lugar a un sistema legal que favorezca a la administración gobernante.

Supresión de la Sociedad Civil

Las organizaciones de la sociedad civil y los grupos de oposición en Venezuela se han enfrentado a una represión significativa: el gobierno de Chávez utilizó medios legales y alegales para hostigar y desmantelar organizaciones que criticaban su régimen, se aprobaron leyes que restringían la financiación extranjera de las ONG y los líderes de la oposición fueron con frecuencia encarcelados o descalificados en la postulación a cargos públicos.

El Proyecto 2025 insinúa tácticas similares con el objetivo de frenar la influencia de lo que denomina instituciones culturales y funcionarios “woke. Al catalogar a los funcionarios e instituciones públicas como adversarios, el plan prepara el escenario para reprimir la disidencia y promover una narrativa ideológica homogénea, muy parecida a lo que ocurrió en Venezuela bajo el mandato de Chávez.

Control Económico y Populismo

Chávez implementó políticas económicas populistas que inicialmente obtuvieron apoyo popular pero que finalmente llevaron al declive económico. El Estado tomó el control de industrias clave, incluido el petróleo, y redistribuyó la riqueza de una manera que reforzó el apoyo, pero fue insostenible, lo que provocó crisis económicas graves. Los controles de precios, las expropiaciones y las nacionalizaciones se volvieron comunes, ahuyentando la inversión privada y provocando escasez de bienes básicos.

Las políticas económicas del Proyecto 2025 que centralizan el control o promueven medidas populistas sin una planificación sostenible podrían seguir una trayectoria similar. Si bien las políticas populistas pueden proporcionar ganancias a corto plazo, a menudo conducen a la inestabilidad y el declive económico a largo plazo. El énfasis en usar el poder ejecutivo para hacer cumplir los objetivos de política y potencialmente desmantelar los organismos reguladores podría perturbar la estabilidad económica y desalentar la inversión privada, repitiendo la crisis económica observada en Venezuela.

Los Paralelismos entre el Proyecto 2025 y Hugo Chávez

Los paralelismos entre el Proyecto 2025 y las estrategias utilizadas por Hugo Chávez y Nicolás Maduro para transformar a Venezuela de una democracia a una dictadura son evidentes y preocupantes. Al centralizar el poder, controlar los medios de comunicación, manipular los procesos electorales, desprestigiar la independencia judicial, reprimir a la sociedad civil e implementar políticas económicas insostenibles, el plan de la Fundación Heritage alerta sobre el futuro de la democracia en los Estados Unidos. Como lo ha demostrado la historia en Venezuela, tales medidas pueden conducir a la erosión de las normas democráticas y al establecimiento de un gobierno autoritario.

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